Samuel Beckett escribió, lleno de asombro, que Hacer chapuzas es algo que todavía es posible, no sé por qué.

Sólo si acepto mi ignorancia puedo empezar a aprender.

La libertad es la posibilidad fundamental del ser humano. Algunos han elegido no ser libres y son esclavos de sí mismos.

Nietszche escribió que no hay hechos, sólo interpretaciones. Luego se murió, y descubrió que hay hechos que no admiten interpretaciones. Es la soberbia del intelectual.

Escepticismo y amargura no son la misma cosa, aunque a veces lo parece.

Daniel Innenarity ya me avisó de lo que ocurría cuando opiniones de los más discutibles se expresan como si fueran una evidencia inmediata y opiniones de lo más evidentes como si fueran un hallazgo personal. Este blog es el ejemplo perfecto.

Para ser profesor es necesario creer en los jóvenes. Este es ahora mi problema.

La falta de conocimientos se cura con el estudio y el esfuerzo; la falta de actitud sólo la cura la experiencia en el fracaso.

France Quéré afirma que La libertad es la decisión permanente de lo que considero preferible.

La experiencia nos enseña que con sólo vivir no se gana experiencia.

La objetividad de los medios de comunicación es una leyenda urbana.

El mar está solo y está triste.

Mark Twain aconsejó que Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.

A veces cuesta ayudar a quien lo necesita; su propia y admirable dignidad lo impide.

Sólo la vida nos dura toda la vida; el resto, va y viene.

Es obligatorio crecer para ser competitivo. Obligatorio, ¿para quién? ¿por qué? ¿cómo? ¿hasta dónde? ¿y por qué y contra quién hay que ser competitivo? También las respuestas a estas preguntas nos vienen impuestas.

Vujadin Boskov declaró hace años: Fútbol es fútbol.

Antes, los jóvenes se criaban en casa con una familia extensa en hermanos y generaciones, y en la calle, con amigos y vecinos. Hoy en día, en casa hay soledad y televisión, y en la calle, desconocidos.

Son las leyes lo que diferencia al hombre de los animales; si no las hay, sólo queda el instinto ciego.

Hay días, por la mañana, en que siento frío en el alma.