Javier Marías nos avisa de que Los adultos de nuestra época están educados –estamos educados- para seguir siendo niños.

Después de ser perfectamente feliz sólo se pueden esperar problemas.

El principal objetivo del Ministerio de Cultura es destruir o, como poco, domesticar la Cultura. George Orwell y Ray Bradbury estarían de acuerdo.

Hoy regalo un estupendo poema de Bertolt Brecht:

Son los irreflexivos los que nunca dudan.
Su digestión es espléndida, su juicio infalible.
No creen en los hechos, sólo creen en sí mismos.
Si llega el caso, son los hechos los que tienen que creer en ellos.
Tienen ilimitada paciencia consigo mismos.
....
Pero, si alabáis la duda,
no alabéis, naturalmente,
la duda que es desesperación.

Para perder la razón, lo más rápido y eficaz es afiliarse a un partido político.

No pretendamos cambiar a nuestros amigos a nuestro gusto; dejarían de ser nuestros amigos.

Hermann Hesse nos asegura que Todos los intentos de hacer las cosas comprensibles necesitan de teorías, mitologías y mentiras.

Estar sano es no sentir el cuerpo.

Hay reivindicaciones que provocan un estiramiento digital instantáneo del dedo medio de ambas manos.

Ya nos lo dejó escrito Paul Valéry: Lo más profundo que hay en el hombre es la piel.

La conciencia es como la rueda de repuesto de un coche; bien escondida, para que no estorbe.

Ver el mundo en blanco y negro es desaprovechar toda una maravillosa gama de grises.

Hace setecientos años Francesco Petrarca avisó que Entiéndame quien pueda, que yo ya me entiendo.

Muchas, muchas, muchas veces deberíamos conformarnos con aproximaciones y no exigir certezas.

Qué bien me siento cuando no hago; qué mal me siento cuando no he hecho.