Amigos y amables lectores, me tomo un par de semanas de vacaciones, hasta el día 31. Quizá aparezca por aquí de vez en cuando y os deje alguna "Cosa", pero no me comprometo. Pasarlo bien.

El ilustre y añorado Fernando Lázaro Carreter ya nos lo avisó: Romper papeles es uno de los trabajos más arduos que conozco: obliga a tomar decisiones durante horas y horas, igual que un ejecutivo.

Mucha de la ciencia actual se reduce a dar un mínimo barniz académico a lo obvio.

Es un alivio que los políticos no cumplan todo lo que prometen.

Vladimir Holan fue un poeta y escribió que:

La vida es un misterio perfectamente legible.
¡Qué suerte que no sepamos leer!

La esperanza es desear lo que depende de nosotros.

Son demasiados los que no valoran nada porque no se interesan por nada.

Luigi Pirandello tenía razón cuando exclamó ¡Palabras y papel! ¡Papel y palabras!

Ya habrán notado que en nuestra sociedad hay pocas preguntas importantes y muchas respuestas banales.

Hemos convertido nuestros gustos en necesidades.

Hoy toca un clarificador poema de Konstantinos Kavafis:

Y ahora ya sin bárbaros ¿qué será de nosotros?
Esos hombres eran una cierta solución.

Más años de escuela no implican ni más conocimientos ni más educación.

Los políticos sólo ven el bosque, nunca los árboles que lo forman.

Friedrich Nietzsche diagnosticó que Todos los prejuicios vienen del intestino. El estreñimiento, lo repito, es el pecado contra el espíritu.

En nuestra sociedad, las opiniones están por encima de los hechos.

Para ser un buen maestro, hay que entrar en clase con dignidad, subir a la tarima con confianza y dar los buenos días con convicción.