jueves, 2 de septiembre de 2010

Tiene razón Antonio Gala cuando escribe que Es triste no usar el corazón nada más que para morir.
Es curioso: si uno de izquierdas es un cabrón, deja de ser de izquierdas para los de izquierdas; si uno de derechas es un cabrón, es normal, es lo esperado por los de izquierdas, pues así son los de derechas para los de izquierdas. Y viceversa todo lo dicho para los de derechas.
La rutina tiene sus ventajas pues permite soñar con otros mundos.