Y otra más de Moby Dick; es Herman Melville quien pide que Dios me ayude a no terminar nunca nada.

De la sabiduría al fanatismo sólo hay un paso.

Si leyendo un libro, de vez en cuando levantas la vista de la página y te quedas con la mirada perdida en la pared, el libro es bueno.

El actor Billy Bob Thornton, ex de Angelina Jolie, declaró en cierta ocasión que Dejé a Angelina para poder ver la televisión.

Los políticos son expertos en falsificar la realidad.

Otro empresario que pontifica sobre el supremo valor del potencial humano en su empresa. Se intuye el desprecio.

Alan Greenspan fue durante muchos años el director de la Reserva Federal de Estados Unidos, y desde su puesto dirigió la política monetaria y económica de su país. Años después de jubilarse, en una entrevista publicada en El País del 18 de marzo de 2008, declaró que No podemos esperar anticipar crisis futuras con ningún grado de confianza.
Tantos años de economista para llegar a esta conclusión con la sabiduría que dan la edad y la experiencia. Ya lo había afirmado Arthur C. Clarke, el autor de ciencia ficción, que Predecir es difícil, sobre todo el futuro. Y, sospecho que a eso se dedican los economistas, a predecir el pasado.

Cualquiera puede decir las tonterías que le dé la gana; si esto no está en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, debería incluirse en ella con urgencia.

Es estupendo, pero raro, que las cosas acaben cuando terminan.

Y otra más de Moby Dick; Herman Melville nos asegura que Aunque de auténtico conocimiento haya poco, libros hay muchos.

De la independencia a la impotencia sólo hay un paso y algunas letras.

Hay gente que, aún estando loca, lo está con toda naturalidad; y hay gente que estando cuerda, hace el loco de una manera espectacular.

Martin Amis avisa que Cuando consideras algo sagrado, te topas con la violencia para defenderlo.

Hay aspectos de nuestra vida que son demostración evidente de la estupidez humana.

Hoy en día, todo es demasiado barato.