miércoles, 14 de noviembre de 2007

Lo que no acepto en mi vida es lo que me hace sufrir.
No te esfuerces en hacer lo que haces mejor que los demás; simplemente, haz lo que haces bien.
El hombre se humaniza: la evolución le arrojó hace cien siglos en el circo de la historia y a partir de ese momento y por medio de la cultura, intenta cosntruir su vida alejándose de su esencia animal. A matar le llama asesinar y lo castiga, a veces matando al asesino; reprueba la violencia de género, pero no es capaz de eliminarla de su conducta diaria; le asusta el comportamiento tribal y a menudo violentamente explosivo de los jóvenes, pero lo jalea si esos jóvenes forman el ejército propio,...
Es quizá una lucha perdida de antemano la que llevamos en contra de nuestro sustrato biológico. Somos animales y nunca dejaremos de serlo; cuanto antes lo aceptemos, antes podremos buscar una solución adecuada. Sea la que sea.

martes, 13 de noviembre de 2007

Explicar no justifica. Aceptemos que existe un conflicto vasco. La explicación de ese conflicto no lo justifica. Hacer algo respecto al conflicto, en una dirección o en otra, implica una elección personal; el conflicto no determina las conductas. El hombre sigue siendo capaz de tomar decisiones. No existe ni el determinismo ni la inevitabilidad.
Los jóvenes siempre tienen razón, pero mejor que no lo sepan; serían inaguantables.
Los que se excusan en la mala suerte, evitan como sea la responsabilidad de lo que han hecho.
Como nos lo demuestran las peliculas del Oeste, siempre hay un pistolero más rápido.
La simpatía y la sinceridad, así como la buena educación, son métodos de supervivencia; el mal carácter se acaba volviendo contra quien no lo domina.
Trabajar con la diversidad: es la clave del éxito del trabajo en equipo.
"Es asunto suyo; es su vida privada". Pero es la misma persona en su vida privada y en su vida pública.
Si justificamos los malos comportamientos fuera del trabajo, acabaremos buscando justificaciones para los malos comportamientos dentro del trabajo. Y viceversa.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Lo interesante de la investigación en la universidad es que supone la excusa perfecta para formar jóvenes con el objetivo de que sean buenos científicos. En resumen, más interesante que nuestro propio tema de investigación es la formación de jóvenes en los valores necesarios para que puedan hacer ciencia excelente.
La ventaja de trabajar en lo que a uno le gusta es que, a la obligación de cumplir para poder vivir dignamente en nuestra sociedad, le podemos añadir el componente lúdico de explorar un universo que nos agrada y que hemos elegido para conocer a fondo.