Nos lo aclaró Marcel Proust cuando escribió que A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardia, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.
El pasado se nutre del presente, y de nuestros recuerdos, y si cambia el presente, y nuestros recuerdos, se modifica el pasado.
No recuerdo quién fue el que escribió que hay que vivir esféricamente, en todas direcciones.