jueves, 21 de febrero de 2008

Volvamos a Nietszche, aquel de no hay hechos, sólo intepretaciones. El otro día comentaba que cuando murió quizá descubrió que, por lo menos, hay un hecho no interpretable: la muerte. Pero no lo sé con seguridad, porque nadie ha vuelto de la muerte a contarnos cómo es. Oigo pasos a mi espalda...

No hay comentarios: