domingo, 9 de diciembre de 2007
El aumento de los controles externos sobre la docencia en sí, sobre la práctica misma de las clases, nunca producirá un profesor competente, quizá más cumplidor de reglas y horarios. Lo contrario, es decir, la ausencia de controles externos, producirá profesores incompetentes y competentes. Aunque sólo sea matemáticamente, esta segunda opción es, con mucho, la mejor.
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