martes, 11 de diciembre de 2007
El nacionalismo es consecuencia del fracaso o incapacidad de proyectar hacia el futuro los valores y las creencias. Crea una mentalidad baluarte motivada por el miedo a poner en discusión valores esenciales. Lucha por proteger lo que fue, incluso aunque no haya existido o ya no sea relevante, porque no encuentra otra manera de garantizar la supervivencia de esos valores que siempre se asocian con el pasado. Y no estoy hablando de nuevas tecnologías, arte moderno o nuevas demandas sociales. Son los valores los que marcan los comportamientos, y en el nacionalismo son valores del pasado y, por ello, es imposible ponerlos en duda y debatirlos. Para entender el nacionalismo hay que descubrir los por qué; el cómo es accesorio.
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